Ya ha concluido la XXVI Jornada Mundial de la Juventud. Todo un éxito según el Santo Padre, según los peregrinos, según los madrileños y según la prensa. Ahora somos cada uno de nosotros los que en nuestra vida tenemos que reverdecer el fruto de esta Jornada y ser luz y testimonio en el mundo.
Varios miembros de Shemá han estado ahí en Madrid como peregrinos y todos lo han estado con el corazón. Y en los días previos en las diócesis en verdad lo hemos dado todo. A nivel parroquial colaborando en la Parroquia de Ermitagaña haciendo talleres, oraciones y acompañando misas, como voluntarios diocesanos en actividades varias y actuando como grupo en la vigilia de oración del domingo 14 de agosto en el parque de Antoniutti de Pamplona. Ha sido duro, con mucho trabajo y tiempo de preparación, pero ha sido una experiencia maravillosa.
Agradecemos a todos los que han confiado en nosotros, en esepcial a la Diócesis de Pamplona, y pedimos a Dios para que esta JMJ sea un acicate más para darnos fuerza renovada de cara al futuro.
Gracias a todos, y un saludo especial a los peregrinos en Pamplona, que nos aplaudisteis y rezasteis y cantasteis con nosotros en Antoniutti. Y saludamos de forma muy especial a los peregrinos de la parroquia de Ermitagaña, que compartisteis con nostros tantas celebraciones y con los que esperamos contiuar una bonita amistad en el futuro, aunque sea por medio de internet.
Ha sido un honor y un privilegio colaborar en este maravilloso e irrepetible evento. Un abrazo en Cristo a todos de parte de todo el grupo.